Elegimos parar en Segovia por su localización, pensamos hacer noche para dividir el trayecto Almería-Cantabria, y así, aprovechar para visitarla.
Lo cierto es que siempre nos inquieta un poco dormir en ciudades y preferimos la tranquilidad de la naturaleza, además, aunque siempre intentamos llegar de día para elegir bien donde pernoctar, en esta ocasión llegamos al atardecer, con los últimos rayos de sol. Tras visitar todos los lugares recomendados por Park4ninght y Furgoperfectos (para nosotros son App básicas en el móvil), nos decidimos por el aparcamiento Paseo Ezequiel Gonzalez nº2. Ya os adelantamos que no es, ni de lejos, la mejor zona donde hemos pernoctado, pero bueno, pasamos la noche bien, sin incidentes y eso es suficiente.
Aparcamos, bajamos las bicis y dimos una vuelta "de reconocimiento" por la ciudad. El paseo nos gustó: buena temperatura, bonitas vistas y el acueducto iluminado: hay que reconocer que la primera vez que lo ves impresiona bastante.
A la mañana siguiente decidimos cambiar de ubicación para desayunar y fue un acierto. Nos desplazamos hasta el Parque del Santuario de Nuestra Señora de la Fuencisla, desde allí retomamos la visita a la ciudad.
Os cuento un poquito sobre Segovia: ciudad y provincia de Castilla y León, se sitúa en la confluencia de los ríos Eresma y Clamores, al pie de la Sierra de Guadarrama. Tanto la ciudad vieja como su acueducto fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1985.
Visitas obligadas:
- Acueducto Romano: construido en el siglo II d.c. para llevar agua a la ciudad; a sus pies se encuentra la oficina de turismo, y Casa Cándido, uno de los restaurantes más famosos de la ciudad.
- La Plaza Mayor: como curiosidad, aquí fue Isabel la Católica proclamada reina de Castilla.
- Catedral Gótica de Segovia: nosotros la vimos por fuera, pero hemos leído que es bonita de visitar por dentro.
- Barrio de la Judería y la antigua Sinagoga.
- Alcázar de Segovia, para nosotros, la joya de la corona. Es el típico castillo de cuento de hadas.
Es recomendable entrar para verla por dentro, y subir a la Torre de Juan II, con sus 156 peldaños, ya que desde allí se puede disfrutar de unas vistas panorámicas de la ciudad.
- Y otros lugares como: Puerta de San Andrés, Plaza de Azoguero (el corazón de la ciudad), La Casa de la Moneda, Barrio de las Canongias, la Casa de los Picos, Iglesia románica de San Juan, Plaza de la Reina María Eugenia,...
Para comer volvimos al Parque del Santuario de Nuestra Señora de la Fuencisla, es un sitio perfecto: tiene mesas, sombra, agua, aseos y está muy bien cuidado y mantenido.
No sé si serán las ganas que teníamos de viajar, la arquitectura de la ciudad, las vistas al Alcázar, o las vistas desde ella a la ciudad, quizás todo en genral, pero reconozco que me ha sorprendido Segovia, nos ha gustado mucho la ciudad, y nos vamos con la satisfacción de haber acertado en la elección.
En Tarifa se respira ambiente furgonetero y eso siempre es bueno. Pasamos la noche en un park4night y sin incidentes.
Nos adentramos en las calles adoquinadas de Frigiliana, con sus casas blancas, puertas y ventanas azules. 
